
Cómo dar cuenta del lugar que puede ocupar la fotografía en un trabajo etnográfico, cuando ella misma, por sus propias cualidades artísticas, suele ser lo más inasible del proceso, la pieza más cargada de subjetividad?
Hay un viejo lema de los periodistas, muy conocido, que dice que "una imagen vale más que mil palabras". Este lugar común expresa no obstante el asombroso poder de síntesis de la fotografía: mientras que las palabras descomponen a las cosas en sus partes, las imágenes nos permiten en cambio percibir todo un cuadro al mismo tiempo, y procesar la información holística y rápidamente. La fotografía permite, según Sontag, " ...atravesar un panorama de acontecimientos dispares con agilidad", en tanto sus fracciones de tiempo y espacio son nítidas y apropiables.
Nos proponemos entonces hacer algunas reflexiones acerca de cuál podría ser la utilidad de la fotografía, incorporada a un trabajo etnográfico. (pag.completa)
1 comentario:
Excelente trabajo que muestra el valor de la fotografía en los registros etnográficos. Les recomiendo a los alumnos del taller que lean "La imagen como testigo y documento".
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